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Estudio Bajo Fuego por Uso de Lenguaje Dañino Hacia Personas Trans y No Binarias

Activistas e investigadores llaman a adoptar marcos alternativos para comprender y acompañar mejor las experiencias trans.

Por José Luiggi-Hernández, disponible en inglés en Mad in America.

Un metaanálisis reciente publicado en la revista Journal of Family Medicine and Primary Care reveló que personas diagnosticadas con “trastorno de identidad de género” recibían con frecuencia diagnósticos simultáneos de trastornos de la personalidad, siendo el trastorno límite de la personalidad (TLP) el más común. Activistas han denunciado el lenguaje estigmatizante, patologizante y deshumanizante utilizado por les autores, argumentando que este puede tener efectos negativos reales sobre las vidas de personas trans y no binaries.

En respuesta al metaanálisis, Hattie Porter, Jay Watts y Jee Smith señalaron:

“El artículo carece de reflexión sobre las críticas que cuestionan la legitimidad del constructo de trastorno de la personalidad, y no considera las implicaciones que estas discusiones tienen para las personas trans. Además, les autores utilizan un lenguaje medicalizado, sesgado y microagresivo, por ejemplo, refiriéndose a personas ‘normales’ en contraposición a personas trans, y describiendo las identidades trans como una ‘enfermedad’. Patologizar las identidades trans refleja una visión que no reconoce estas experiencias como algo natural y hermoso, sino como una condición que podría –y tal vez debería– ser curada.”

Este tipo de enfoque no solo reproduce prejuicios, sino que también perpetúa barreras al acceso digno y afirmativo a la salud mental para personas trans y de género no conforme.

Las personas trans y aquelles con expresiones e identidades de género marginadas suelen enfrentar barreras al acceso a servicios de salud, debido a la ausencia de cuidados afirmativos. Estas prácticas no afirmativas no solo dificultan el acceso al tratamiento, sino que también afectan negativamente su salud mental.

Aunque algunos programas de residencia han comenzado a formar psiquiatras en competencia cultural y sensibilidad hacia personas LGBTQ+, aún existe una brecha significativa en la formación clínica. En la última década, el campo de la salud mental ha adoptado pasos importantes para mejorar la atención a personas trans, no binaries y de género no conforme, como dejar de considerar sus experiencias como trastornos mentales.

Sin embargo, psiquiatras que continúan operando desde el modelo biomédico para comprender el malestar psicológico tienden a reproducir discursos patologizantes y prácticas dañinas. Esto incluye el sobrediagnóstico del trastorno límite de la personalidad (TLP), con algunos estudios sugiriendo tasas de diagnóstico superiores al 80% entre personas trans. Investigaciones previas también han encontrado que las mujeres trans tienen más probabilidades de recibir diagnósticos de psicosis, trastorno de estrés postraumático (TEPT), trastorno por uso de sustancias, ansiedad generalizada y depresión mayor en comparación con sus pares cisgénero.

Frente a estas prácticas, se han desarrollado marcos alternativos al modelo biomédico para despatologizar el sufrimiento vivido por personas trans y no binaries. Por ejemplo, el Marco de Poder-Amenaza-Significado (Power Threat Meaning Framework) y el Modelo Biosocial reconocen que la invalidación crónica —a nivel interpersonal y social— junto con otras formas de trauma como las leyes y políticas anti-trans, contribuyen al estrés de minoría y al desarrollo de síntomas asociados a TLP u otros diagnósticos psiquiátricos.

Estos modelos subrayan cómo la discriminación y la opresión impactan directamente el malestar psicosocial que vive esta población. De hecho, investigaciones han demostrado que condiciones sociales e interpersonales más afirmativas —como el uso del nombre y pronombres elegidos, protecciones legales y políticas pro-LGBTQ+— reducen el malestar emocional y el riesgo suicida. Además, el acceso a tratamientos afirmativos de género mejora significativamente el bienestar psicológico.

Porter y colegas identificaron múltiples problemas en el lenguaje del metaanálisis en cuestión:

  • Cuestionaron la afirmación de que las personas trans sufren más de trastornos de la personalidad, argumentando que simplemente reciben más diagnósticos, lo cual no implica mayor prevalencia real.
  • Señalaron el uso de un lenguaje medicalizado, sesgado y microagresivo, como referirse a personas “normales” en contraposición a las trans, o describir identidades trans como “enfermedades”.
  • Criticaron la validez y confiabilidad de los diagnósticos de trastornos de personalidad, al estar basados más en consensos psiquiátricos que en evidencia empírica sólida.
  • Denunciaron que estos consensos a menudo se basan en desviaciones de normas sociales y culturales, en lugar de verdaderas enfermedades.
  • Subrayaron que los diagnósticos ignoran el papel de la opresión y discriminación en el desarrollo de experiencias como la ideación suicida o el sufrimiento emocional.
  • Afirmaron que la alta prevalencia de diagnósticos puede atribuirse al sesgo clínico, prejuicio y errores diagnósticos, los cuales funcionan como una “asesinato de carácter” que obstaculiza el acceso a la ayuda necesaria.
  • Finalmente, advirtieron sobre el peligro de recomendar evaluaciones rutinarias de trastornos de personalidad para pacientes trans, ya que esto puede llevar a la negación del cuidado afirmativo y a una menor disposición a buscar ayuda.

El lenguaje y los discursos utilizados en la investigación y práctica psiquiátrica siguen estigmatizando, patologizando y deshumanizando a las personas trans, además de descontextualizar su sufrimiento. La investigación futura debe adoptar marcos que reconozcan, valoren y celebren las experiencias trans, y que sitúen su sufrimiento dentro de un contexto social más amplio.

Hacer esto no solo humaniza a las personas trans, sino que permite atender con mayor precisión las verdaderas causas de su malestar.

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Porter, H., Watts, J., & Smith, J. (2023, April 14). My personality is not disordered, and neither is my gender. Response to: Evaluation of personality disorders in patients with Gender   Identity Disorder (GID). https://doi.org/10.31234/osf.io/ruj5v

Meybodi, A. M. & Jolfaei, A. G. (2023). Evaluation of personality disorders in patients with   Gender Identity Disorder (GID): An update. Journal of Family Medicine and Primary Care, 11(6),3196-3202 (Link)

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