Escrito por Benjamin Torres Gotay, el reportaje de El Nuevo Día expone la historia de Jonathan López Jiménez, quien recibió un diagnóstico de esquizofrenia y lleva desde los 18 años entrando y saliendo de instituciones psiquiátricas y carcelarias. En momentos alterados emocionales ha tenido peleas con vecines y le ha lanzados piedras a sus ventanas. Por lo tanto, ha estado encarcelado cuatro veces. En su encierro más reciente, le encarcelaron por más de seis meses, aún cuando esto iba en contra de sus derechos.
En estos periodos de encarcelamiento en carceles, no recibió tratamiento para apoyar su recuperación y bienestar físico y emocional. Por falta de cuidado físico, su salud física se deterioró de manera exacerbada. Todos sus sintomas como clitis ulcerosa, sangrados rectales, uñas azules e incapacidad para moverse, fueron ignorados. Esto fue así, hasta que el caso se hizo público y debido a la presión mediática se comenzó a atender a Jonathan.
Este es uno de muchísimos casos de personas encarceladas cuya dificultad principal es el malestar emocional.
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Laura López-Aybar es una sobreviviente de violencia psiquiátrica, intrafamiliar y de género. Posee un doctorado en psicología clínica de Adelphi University en Nueva York y hace investigación multi métodos en determinantes sociales de la salud emocional, primordialmente estigma, discriminación, violencia de género y cambio climático. Aboga abiertamente por experiencia personal y empírica por la abolición y reforma de los sistemas carcelarios, incluyendo el sistema de salud mental desde la práctica de la psicología crítica. Pueden encontrar más de su trabajo en su página de Instagram @aybarpsicologiacritica.







