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Proveedores de Salud Siguen Difundiendo el Mito del Desbalance Químico en el Cerebro

“La mayoría de elles aprenden sobre la explicación del desbalance químico en la escuela de medicina o durante su residencia. Es un tren que no está desacelerando”, escribe el investigador principal Hans S. Schroder.

Por Peter Simons

En un nuevo estudio, se encontró que el mito del desbalance químico sigue siendo una explicación común para la depresión entre la población general. Lo escuchan de diversas fuentes, siendo la más común el aula de clases. Sin embargo, la fuente más influyente—la que más probablemente refuerza la creencia en el mito—son les proveedores médicos.

“Les proveedores de atención médica desempeñan un papel importante en la difusión del mensaje del desbalance químico, que es una narrativa simplificada en exceso, científicamente controvertida y que potencialmente interfiere con el tratamiento”, escriben los investigadores.

El estudio fue dirigido por Hans S. Schroder en la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan y fue publicado en Frontiers in Psychology.

El Mito del Desbalance Químico

En 2022, un equipo de investigadores liderado por Joanna Moncrieff publicó un análisis exhaustivo de todos los métodos razonables para estudiar la hipótesis de la serotonina en la depresión. Concluyeron que no hay evidencia de niveles bajos de serotonina en la depresiónPsychology Today calificó su estudio como “un golpe decisivo” al mito del desalance químico. De hecho, la teoría obsoleta de que la depresión es causada por una falta de serotonina ha sido refutada repetidamente en las últimas décadas.

La respuesta de la comunidad psiquiátrica ha sido en gran medida desdeñosa, argumentando que nadie creyó realmente en el mito del desbalance químico y comparando la hipótesis de la serotonina con la “bilis negra excesiva”, una hipótesis inexistente y anticuada. Algunes psiquiatras incluso culpan a una supuesta conspiración “antipsiquiatría” por haber inventado la teoría. Sin embargo, sigue siendo la explicación más conocida de la depresión en la conciencia pública, debido en gran parte a la propaganda de la industria farmacéutica y la simplificación excesiva en los medios.

Como escriben Schroder et al. en su nuevo artículo:

“En lugar de aumentar en frecuencia junto con los descubrimientos científicos, la popularidad del término ‘desbalance químico’ comenzó su ascenso meteórico tras la introducción de los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) a mediados de los años 80. […] Cabe destacar que los cambios en la política a finales de los años 70 permitieron a las compañías farmacéuticas comercializar directamente a les consumidores, y la introducción de estos medicamentos estuvo acompañada de una avalancha de anuncios en revistas médicas, revistas de consumo y comerciales de televisión que retrataban la depresión como el resultado de un desbalance químico, así como de campañas de salud pública a gran escala que promovían el modelo biomédico.”

Añaden:

“En conjunto, estos datos sugieren que la popularidad de la frase ‘desbalance químico’ tuvo más que ver con estrategias de mercadeo que con descubrimientos científicos sobre verdaderos desbalances químicos.”

El estudio de Schroder et al. investigó cuán extendida está la explicación del desbalance químico entre el público en general, pero también dónde la gente escuchó por primera vez sobre esta teoría y qué fuentes contribuyeron a que creyeran en ella.

Y, a pesar de la insistencia de la psiquiatría en que nunca promovió esta teoría, Schroder et al. encontraron que fueron les proveedores médicos quienes llevaron a las personas a creer en el mito. Además, la forma más común en que la gente oyó hablar del mito del desbalance químico fue en el aula de clases.

¿Qué conclusión debemos sacar? No es de extrañar que la gente crea en el mito: se lo han dicho los expertos.

“Les proveedores médicos son la fuente más convincente de esta explicación”, dijo Schroder a MIA vía correo electrónico.

“Personalmente, no creo que haya nada malintencionado en esto; es un problema del sistema. Acabamos de terminar otro estudio sobre las creencias de les proveedores de atención médica sobre la depresión, y la mayoría de elles aprenden la explicación del desbalance químico en la escuela de medicina o durante su residencia. Es un tren que no se está deteniendo”, agregó.

“En general,” dijo Schroder, “los resultados señalan el papel que desempeña el sistema de médico en convencer a las personas de esta narrativa.”

Fuentes del Mito

Schroder y sus coautores reclutaron a 1,755 estudiantes universitarios para completar una encuesta entre 2022 y 2023 (69.7% blancos y 73% mujeres). La encuesta incluía preguntas sobre si habían escuchado la teoría de la serotonina baja, dónde la habían escuchado y si la creían. También incluía el PHQ como medida de depresión y una variedad de preguntas sobre exposición al sistema de salud mental y antecedentes familiares.

Casi la mitad (45.6%) de los estudiantes universitarios había asistido a terapia, y el 29.2% tomaba medicamentos psiquiátricos; el 19.9% informó haber recibido un diagnóstico de depresión. En total, el 73% de les participantes había escuchado la explicación del desbalance químico; el 40% de ellos la consideraba “definitivamente una razón” para la depresión.

“A pesar de la falta de credibilidad científica de la simple hipótesis de los monoaminas, la creencia en el desbalance químico abunda en muchos entornos, particularmente en Estados Unidos”, escriben.

De les 1,279 participantes que habían escuchado sobre la teoría del desbalance químico, la mayoría (443) la había aprendido en el aula, mientras que 342 la habían escuchado en línea; 219 dijeron haberla aprendido de otras personas, como amigos y familiares, y 200 informaron haberla escuchado de un profesional de la salud, como un médico de atención primaria, un terapeuta o un psiquiatra. (Les participantes respondieron en formato abierto y podían mencionar más de una fuente de información).

Schroder et al. realizaron análisis para determinar qué fuentes (y qué factores de base) estaban correlacionados con creer realmente en la teoría en lugar de descartarla. Descubrieron que otras fuentes no eran particularmente impactantes en términos de creencia real, pero el contacto con el sistema de salud sí lo era. Aquellos que habían escuchado la teoría de un profesional de la salud tenían más probabilidades de creerla, al igual que aquellos con un diagnóstico psiquiátrico, aquellos que tomaban medicamentos psiquiátricos y aquellos con antecedentes familiares de diagnóstico psiquiátrico. Las mujeres también eran más propensas que los hombres a creer en el mito.

“Estos hallazgos sugieren que no todas las fuentes de información tienen el mismo impacto; más bien, aprender sobre esta idea a través de autoridades profesionales de la salud es especialmente convincente. También encontramos que el historial personal y familiar de síntomas depresivos, así como el tratamiento de salud mental, también predijeron la creencia en el desbalance químico, replicando hallazgos previos. En conjunto, los resultados sugieren que el contacto con profesionales de la salud es particularmente importante para la adopción de la creencia en el desbalance químico”, escriben.

Schroder et al. realizaron otro análisis para evaluar el impacto de la raza en la creencia en la teoría, comparando a participantes blancos con el grupo agregado de todas las personas de color. Encontraron resultados similares, excepto que, mientras que los participantes blancos que usaban medicamentos psiquiátricos tenían más probabilidades de creer en el mito, en las personas de color era la asistencia a terapia lo que llevaba a una mayor adhesión a la teoría del desbalance químico.

Impactos Negativos del Mito

Investigaciones previas han documentado las consecuencias negativas de creer en el mito de la serotonina baja. Los estudios han vinculado las explicaciones biomédicas con un aumento del estigma, incluida la percepción de peligrosidad y el deseo de distanciarse de las personas diagnosticadas. Esto se ha observado incluso en profesionales de la salud mental: aquellos que creen en el modelo biomédico tienden a tener menos empatía por sus pacientes. También han encontrado que esta creencia hace que las personas sientan que sus pensamientos y comportamientos no están bajo su control y que tengan menos esperanza de recuperación.

Además, quienes creen que su depresión es el resultado de una deficiencia de serotonina también tienden a creer que los antidepresivos pueden corregir este problema. Sin embargo, una gran cantidad de evidencia indica que los antidepresivos son menos efectivos que la terapia o incluso el ejercicio, y que los fármacos conducen a peores resultados a largo plazo, incluso después de controlar la gravedad inicial de los síntomas. Parte del problema puede deberse a la alta prevalencia de efectos adversos debilitantes asociados con los medicamentos psiquiátricos.

De hecho, un estudio encontró una tasa de recuperación del 85% de la depresión en el plazo de un año en personas que no recibieron tratamiento, lo que sugiere que recibir tratamiento puede ser peor que no hacer nada. Incluso solo recibir un diagnóstico es suficiente para empeorar los resultados.

Schroder et al. escriben que las leyes de consentimiento informado requieren que el personal de salud proporcione información precisa sobre un diagnóstico, incluida su etiología, e incluso exigen que corrijan los malentendidos comunes sobre el diagnóstico, lo que incluiría el mito del desbalance químico. Señalan que los clínicos deberían informar a sus pacientes que no se comprenden completamente las causas de la depresión, que son complejas y que no hay evidencia que respalde una explicación simple basada en un desbalance químico.

“Les proveedores médicos deberían educar explícitamente a les pacientes sobre la naturaleza matizada y multifacética de la depresión y aconsejarles en contra de la explicación simplista del desbalance químico”, escriben Schroder et al

El lenguaje sugerido por los investigadores para que los proveedores de salud utilicen es el siguiente:
“Aún no entendemos exactamente qué causa la depresión, ya que es un fenómeno muy complejo. Ciertamente, no es tan simple como una deficiencia en un solo neurotransmisor.”

El problema, según los investigadores, es que los propios clínicos no saben que esta explicación es un mito. Se les enseña la teoría de la serotonina baja en sus clases y, luego, continúan difundiendo el mito a sus pacientes porque lo creen.

Schroder et al. escriben que sus resultados apuntan a varias soluciones, entre ellas dirigirse a les proveedores de médicos, maestres y autores de libros de texto para desmentir este mito persistente. Schroder también cree que prohibir la publicidad directa le consumidor de la industria farmacéutica tendría un impacto significativo (solo Estados Unidos y Nueva Zelanda permiten este tipo de estrategias de marketing en salud).

“Nuestros resultados sugieren que pueden ser necesarias intervenciones dirigidas a los proveedores de atención médica y a los sistemas más amplios de comunicación médica para eliminar explicaciones inexactas y poco útiles sobre la depresión”, concluyen.

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Schroder, H. S., Tovey, J., Forer, R., Schultz, W., Kneeland, E. T., & Moser, J. S. (2025). Where do “chemical imbalance” beliefs come from? Evaluating the impact of different sources. Frontiers in Psychology, 15. https://doi.org/10.3389/fpsyg.2024.1469913 [Texto Completo]

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