En una noticia reciente escrita por Jenna Portnoy para The Washington Post, una mujer luego de ser restringida en contra de su libertad por cuatro días en condiciones no sanitarias en un hospital psiquiátrico en Washington DC, hizo una demanda (Psychiatric Institute of Washington DC). En este periodo se falsificaron sus expedientes médicos y no le permitieron acceso a hacer ningúna llamada ni a un teléfono. El hospital ya estaba siendo investigado por otros incidentes de abuso y negligencia, causándole trauma a las personas que buscan sus servicios.
Ella terminó en el hospital luego de una discusión con su esposo, y el prosiguió a denunciar falsamente que ella estaba con ideación suicida. Fue arrestada inmediatamente y llevada a una sala de emergencia psiquiátrica. Allí la evaluaron por sólo cinco minutos antes de moverla a un hospital psiquiatrico donde falsificaron los cernimientos de riesgo y la mandaron a estar involuntariaemente hospitalizada por 7 días. En el expediente indicaron que se solicitaba pago máximo del plan médico. En el hospital no había condiciones sanitarias, ni agua caliente. En su expediente, sus notas diferian según quien le proveía servicios, pero no se le dió acceso a llamadas. En su tiempo allí, antes de que alguna persona que trabajara allí le prestara un celular y ella pudiera llamar a un defensor público, escribieron que había recibido todo tipo de servicios, los cuales dice ella que no recibió. Vive con el trauma y daño de esta experiencia. Además, ya en otros estados, la institución tuvo que pagar $122 millones en una demanda que le hicieron por hacer hospitalizáciones psiquiátricos que no eran médicamente necesarias.
Por otro lado, ahora mismo está corriendo una demanda contra el director médico de Cumberlands Childrens Hospital y al hospital por que este abuso sexualmente de más 100 o más menores que estuvieron hospitalizades allí y en otros de sus hospitales.
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