Entrevista a la Dra. Keila Castro que es doctora en consejería psicológica trabajando con familias, madres e infancias; doula de parto y educadora perinatal, y sobreviviente de violencia psiquiátrica y abuso sexual en su niñez. Es madre principalmente y autora del libro “Criar y Sanar” donde provee una exploración inicial de como la crianza despierta los traumas que hayamos experimentado en nuestra niñez y ofrece una mirada llena de validación sobre las experiencias de quienes crían con consciencia y con el deseo de sanar sus propias heridas. El libro está disponible para la venta en Amazon y Librería Casa Norberto. Keila trabaja en Centro MAM, en diferentes escenarios escolares y también tiene práctica privada en Cupey. Además, en su tiempo libre disfruta viajar, leer, la naturaleza, los video juegos y las series de televisión.
En cuanto a mi relación con ella, es mi amiga hace casi 19 años y caminamos juntas el mundo de la psiquiatría y la transformación a pesar de nuestras experiencias en ellas.
Laura: Dime un un poco de ti.
Dra. Keila Castro:A nivel profesional, soy psicóloga en consejería psicológica. Trabajo con niños, familias y en el área perinatal. Por experiencias personales, me di cuenta de la importancia de trabajar esa parte de la salud mental dentro de nuestra familia, pero también descubrí que hay una profesión que realmente puede ayudar y acompañar a las personas a navegar y procesar sus situaciones. Eso fue lo que inicialmente me atrajo de la psicología.
Cuando comencé a estudiarla, el enfoque tan individualista me hizo reflexionar sobre la necesidad de movernos hacia la prevención y otros enfoques. Me explico: me gusta un enfoque más integrativo, más holístico, que considere a la persona, su realidad y el contexto en el que vive, unido, por supuesto, a la evidencia científica. Sin embargo, el eje debe ser siempre la persona y su realidad dentro del proceso terapéutico.
Veo la salud mental como algo dinámico y multifactorial, ligado también a los sistemas político, social, económico, entre otros, y no como un proceso meramente individual.
Tratar a una persona desde la psicología como si fuera únicamente quien “tiene el problema” o “la patología” no resuelve nada a largo plazo. Sufrimos por muchas razones: guerra, trauma, violencia, maltrato, pobreza, prejuicios, entre otras cosas. Sabemos que todo esto tiene un impacto enorme en la salud mental.
Laura: Esta cuestión de como culpar a las personas o responsabilizar al individuo…
Dra. Keila Castro: Exacto, eso es lo que me lleva al enfoque perinatal, porque es ahí donde comienza la vida. Si trabajamos con estas familias que están empezando a gestar, que están comenzando a criar, y con la niñez, que es una etapa tan crucial en la formación de las personas, entonces podemos brindarles más apoyo y recursos. Eso definitivamente podría generar mayor bienestar.
Laura: ¿Cómo cultivas el respeto hacia cada persona de forma individual y, en este caso, hacia la familia y la niñez?
Dra. Keila Castro: En verdad uno tiene que empezar un proceso colaborativo con la persona, no asumiendo, escuchando activamente, con toda la curiosidad del mundo, de cómo esta persona ve la vida y como piensa, sin yo imponer lo que yo estoy pensando, mis valores, mis criterios. La persona es la que marca el ritmo. Yo no puedo pretender que yo sé más que esta persona y de pronto decir pues, esto es lo que tienes que hacer. Porque realmente mi realidad y la realidad de otras personas son diferentes.
Laura: Hablaste del proceso colaborativo y mencionaste el compartir la toma de decisiones. Pero, ¿cómo se ve eso en la práctica? ¿Cómo lo llevas a cabo dentro del contexto puertorriqueño, donde el reporte es mandatorio?
Pensando también en la hospitalización, muchas veces, en lugar de explorar otras alternativas que sabemos que existen, parece que en Puerto Rico simplemente no las hay.
Dra. Keila Castro: Ajá, no las hay. Lamentablemente, lo que nosotros hacemos está engranado en un sistema, de salud, político, etcétera. Es difícil porque uno se ve como maniatado para poder entonces ofrecerle más opciones a las personas que nos consultan. Sin embargo, yo siempre les explico sobre la relación terapeútica, la colaboración. Practicando el consentimiento informado busco en la medida de lo posible, en situaciones extremas, la opción menos invasiva. Un ejemplo de esto puede ser, un plan con la red de apoyo de la persona donde todos nos comprometamos a dar más seguimiento, y aumentar la frecuencia de las citas. Es cuestión de poder tocar el base, determinar el apoyo que necesita, cómo les está yendo y de ahí ir partiendo, porque realmente volvemos a la cuestión de colaborar con la persona de acuerdo a su contexto y trabajarlo desde la prevención, sin generalizar. También, dar alternativas dentro de las limitaciones que existen, dar la terapia afuera en otros espacios, tener juguetes (terapia de juego), dejar que la persona se mueva (en lugar del tradicional sentarse durante toda la sesión), y puedan ser ellas dentro de la relación terapeútica.
Laura: En cuánto a esto de la prevención, ¿Cómo vez la importancia de sanar los procesos intergeneracionales?
Dra. Keila Castro: Es como una forma de prevención a corto y largo plazo, no instantanea. Eso es algo que me gusta de la psicología perinaral, porque como parte del proceso de sanar esos traumas intergeneracionales se pueden introducir otras formas liberadoras de criar. Puerto Rico tiene un trauma histórico que está basado en una historia de colonización que ha sido bastante larga y violenta. Obviamente esto significó vivir por mucho tiempo en ambientes violentos, y sobrevivir esa violencia. Entonces pasa lo mismo que en el patrón de la violencia: Nos han tratado con violencia, así que nosotros estamos perpetuando estos tratos violentos hacia las personas más vulnerables, porque es lo que nos ha dejado esta historia de colonización. La crianza yo la veo como una oportunidad, para poder hacer cambios en mis descendientes. Ya hemos normalizado el pegar, las chancletas, hay hasta chistes y videos sobre el tema. La mamá latina con la chancleta voladora, la olimpiada de las Chancletas. Nosotros los puertorriqueños usamos mucho el humor para manejar cosas que se nos hacen dolorosas. Sin embargo, cuando realmente conectamos con nuestra niñez, cuando recibíamos esos golpes y esas cantazos, pues vamos a encontrar que la verdad es que nos dolía. Algo que es violento es visto como algo normal por la sociedad.
Laura: Me puedes hablar un poco más de eso, de la disciplina positiva y de como en los sistemas hay muchos juicios a los padres y de parte de proveedores…
Dra. Keila Castro: Lamentablemente yo he escuchado a proveedores de servicios de salud decir “a mí me gusta trabajar con niños, pero no me gusta trabajar con los padres”.
Usualmente cuando pregunto por qué, dicen que los padres son bien resistentes. Entonces empiezan a asignarle esta etiqueta a los padres y en mi caso, me pregunto qué hay detrás de esa supuesta resistencia o actitud. Usualmente no se han sentado a pensar sobre cuál es su calidad de vida, o si tiene 3 trabajos, está cansado, no tiene break, está corriendo, haciendo lo que puede. Hay muchas cosas que no se solucionan con intervenciones psicológicas. Yo soy psicóloga, pero es la verdad, hay que ver qué recursos tienen y no siempre los tienen.
Laura: Tu crees que hace falta el activismo dentro del campo de la psicología, psiquiatría y todos estos campos de salud mental.
Dra. Keila Castro: Yo quiero hacerlo. No lo he hecho como quisiera, pero lo quiero hacer. Esta cuestión de que yo pueda criticar a la psicología no denigra la profesión como hay gente que quiere pensar así. El no asumir una actitud crítica hace que realmente no estemos atendiendo las situaciones que deberíamos atender y en Puerto Rico hace tanta falta crear conciencia de estos procesos que nos impactan. Por ejemplo, tú hablas de la colonización y te dicen: “Ay, por favor, eso pasó hace siglos, ¿por qué tú me estás hablando de colonización”. Pero no sabemos por qué en PR hay tanta violencia. Y bastante normalizada. Lo he visto con proveedores de salud que, pues, no hay empatía. Muchas veces piensan que las personas con quienes trabajamos le están manipulando y le suben a su autoritarismo y muchos ejercen violencia emocional sin reconocerlo. También lo hemos visto en psicólogos que van a las redes sociales a hablar disparates. A individualizar y simplificar la salud mental. Así que, dado este panorama, al momento mucho de mi trabajo de activismo es a nivel terapéutico y en las clases de parto y crianza. Ahí hablo de los contextos socio estructurales y políticos, del consentimiento informado, de derechos e intento poner en práctica estos elementos tan importantes. Además, utilizando enfoques terapéuticos que validen, empoderen y respeten a las personas y su realidad única, integrando el contexto social, político, económico, cultural.
Laura López-Aybar es una sobreviviente de violencia psiquiátrica, intrafamiliar y de género. Posee un doctorado en psicología clínica de Adelphi University en Nueva York y hace investigación multi métodos en determinantes sociales de la salud emocional, primordialmente estigma, discriminación, violencia de género y cambio climático. Aboga abiertamente por experiencia personal y empírica por la abolición y reforma de los sistemas carcelarios, incluyendo el sistema de salud mental desde la práctica de la psicología crítica. Pueden encontrar más de su trabajo en su página de Instagram @aybarpsicologiacritica.