En un artículo de opinión recientemente publicado en The Guardian, la Dra. Jennifer Poole destaca la necesidad de cambiar el enfoque hacia la salud mental a uno centrado en la persona, ya que el modelo actual (biomédico), centrado en diagnosticar trastornos como enfermedades, no ha demostrado ser efectivo en la mayoría de los casos. Se argumenta que un enfoque centrado en la persona, no basado en diagnósticos y con mínima medicalización, es más efectivo a largo plazo y puede ser proporcionado por terapeutas en lugar de psiquiatras. Este cambio de modelo pasaría de tratar la salud mental como una enfermedad aislada a un enfoque contextual, que considere los eventos en la vida del paciente. Además, este enfoque ha demostrado que ayudaría a reducir los costos asociados con servicios privados y a liberar recursos.
Pueden acceder al artículo publicado en inglés aquí.
