El reportaje comienza con una cifra escalofriante, entre 2013 y 2023, cerca de 400 mujeres murieron por sobredosis en Puerto Rico, según datos del Instituto de Ciencias Forenses. Aunque las muertes de mujeres representan un porcentaje menor en comparación con los hombres, el aumento proporcional de fallecimientos en mujeres fue más acelerado, viendo un incremento de 4.7 veces en la última década, comparado con un incremento de 4.2 veces en hombres.
El uso de sustancias como los opioides ha creado una crisis de salud pública en Puerto Rico. Factores socio estructurales y demográficos afectan y exacerban esta crisis. Para mujeres sobrevivientes de violencia, que reciben tratamiento y que tienen hijos hay varias barreras adicionales. Estas son, pero no se limitan a, la falta y limitación de servicios de salud, las políticas gubernamentales y el estigma que existe. Para las madres existe el temor de que les remuevan sus hijes debido al estigma que existe en cuanto al uso de sustancias y salud mental. Además, hay una gran limitación en cuanto a los servicios que permiten la presencia de hijes durante las ayudas, el costo y la transportación. Más allá, hay una falta de información, coordinación y recolección de estadísticas que esten disponibles al público y que sean de confianza muy grande. Esto afecta la medida en la que podemos trabajar para enfrentar esta problemática.
Aparte de estas limitaciones, la mayoría de los albergues en Puerto Rico, no acepta a personas que no están estables o que tienen hijos, igualmente con programs de desintoxicación. De hecho, según reportan, entre 2010 y 2023, la proporción de mujeres sin hogar en Puerto Rico aumentó de 10% a 26%, siendo la violencia de género y el uso de sustancias las principales causas.
Se han trabajado nuevos protocolos e iniciativas, como hacer las pruebas de toxicología más rápidas y accesibles con el propósito de prevenir las sobredosis o determinar las causas de muerte. El reportaje también resalta la necesidad de iniciativas educativas para lograr la prevención. Estas incluirían el uso de Narcan como preventivo.
Esto es solo un resumen, si deasea leer el reportaje completo, puede accederlo abajo:

Laura López-Aybar es una sobreviviente de violencia psiquiátrica, intrafamiliar y de género. Posee un doctorado en psicología clínica de Adelphi University en Nueva York y hace investigación multi métodos en determinantes sociales de la salud emocional, primordialmente estigma, discriminación, violencia de género y cambio climático. Aboga abiertamente por experiencia personal y empírica por la abolición y reforma de los sistemas carcelarios, incluyendo el sistema de salud mental desde la práctica de la psicología crítica. Pueden encontrar más de su trabajo en su página de Instagram @aybarpsicologiacritica.