Psicóloga expande sobre el trauma psicológico experimentado por la comunidad AfroLatina y los enfoques de liberación para la sanación.
Por José Giovanni Luiggi-Hernández, PhD
La psicóloga feminista multicultural Lillian Comas-Díaz, en un artículo publicado en el volumen más reciente del Journal of Latinx Psychology, analiza cómo el legado del colonialismo continúa afectando a la comunidad AfroLatinx y propone que los enfoques de psicología decolonial, antirracista y de liberación pueden ser utilizados para abordar las necesidades de esta población.
“Las personas Afro-Latinxs llevan la marca de la colonización, la dominación y el control por parte de individuos o grupos sobre el territorio, los recursos y los comportamientos de otras personas o grupos.” Escribe Comas-Díaz
“De hecho, la colonización promueve la autonegación sistemática de las personas colonizadas y su desconexión de sus raíces originales, lo que resulta en conflictos identitarios persistentes. Desafortunadamente, los efectos negativos de la colonización continúan durante la postcolonización, ya que este legado perpetúa la discriminación basada en la intersección de raza, clase, género y sexualidad, favoreciendo el poder de los grupos blancos privilegiados sobre los grupos raciales marginados.”

Por esta razón, las personas AfroLatine enfrentan continuamente formas contemporáneas de colonización (por ejemplo, Puerto Rico y otros territorios o colonias de EE.UU.) y los efectos a largo plazo del colonialismo, también conocidos como colonialidad. Entre los efectos de la colonialidad se encuentran el desarrollo de la Mentalidad Colonial y el Trastorno de Estrés Post-Colonización (PCSD, por sus siglas en inglés).
La Mentalidad Colonial es la interiorización de la opresión durante y después de la colonización, donde les colonizades llegan a creer en su inferioridad étnica, racial y cultural. Esto conlleva una serie de consecuencias.
Primero, quienes desarrollan una mentalidad colonial desean parecerse a les colonizadores y se separan de su cultura e historia. A menudo evitan broncearse (para evitar una piel más oscura debido al colorismo), rechazan su cabello natural y otras características corporales, adoptan los estándares de belleza europeos blancos, buscan parejas románticas de piel más clara y tienen más probabilidades de sufrir el síndrome del impostor. Además, pueden expresar hostilidad y agresión contra personas negras y otras personas racializadas. Como resultado, quienes desarrollan una mentalidad colonial buscan asimilarse a la cultura blanca, lo que los separa de sus comunidades y culturas y los deja con una identidad ambivalente.
Entre los refuerzos culturales de la mentalidad colonial están los discursos de “mestizaje”. Las Ideologías Raciales del Mestizaje (MRIs, por sus siglas en inglés) enfatizan la mezcla racial de las personas latines, lo que lleva a negar cualquier privilegio adjudicado a los tonos de piel más claros. Las MRIs también reproducen el discurso de la “ceguera al color”, ya que muchas personas latines minimizan las dinámicas raciales y niegan su participación en el racismo antinegro, invalidando las experiencias de las personas AfroLatine.
“Al no centrar a las personas negras latines, perpetuamos paradigmas mal informados de la Latinidad como racialmente homogénea y ciega al color”, argumenta Comas-Díaz. “Esta continuación del antinegrismo amenaza a nuestres hermanes AfroLatine y dificulta nuestra capacidad colectiva para sanar las heridas de la mentalidad colonial”.
Sin embargo, la Mentalidad Colonial no es la única consecuencia psicológica del colonialismo y la colonialidad. Les latines y AfroLatines enfrentan el Trastorno de Estrés Post-Colonización (PCSD), una combinación de sentimientos, pensamientos, comportamientos y síntomas corporales. El PCSD se desarrolla a través de la exposición continua a la opresión sistémica y a las micro y macro agresiones raciales. El PCSD se diferencia del TEPT porque se entiende como una reacción normal a los estresores persistentes relacionados con vivir en un contexto sociopolítico racista.
Las personas AfroLatine enfrentan discriminación y rechazo desde múltiples frentes. Su complejidad étnica y racial a menudo no es reconocida, lo que les genera presión para identificarse dentro del binario racial blanco/negro de Estados Unidos o para elegir entre identificarse como negres o como latines. Como se mencionó anteriormente, muchas personas latines adoptan creencias de ceguera al color mientras perpetúan el racismo contra las personas AfroLatine. Al mismo tiempo, muches afroamericanes no reconocen la Latinidad de les AfroLatines y ven su identificación como latines como una forma de racismo internalizado. Al identificarse tanto como afrodescendientes como latines, les AfroLatines pueden convertirse en blancos de la xenofobia.
En medio de estos desafíos, les AfroLatines han encontrado formas de comprender su complejidad étnica y racial y de confrontar las consecuencias psicológicas de su opresión. La autora identifica el desarrollo de la triple conciencia, en la cual les AfroLatines pueden reflexionar e integrar su Latinidad con sus ancestros africanos e indígenas. Al integrar sus raíces culturales e históricas en sus identidades, se empoderan, aumentan su autoestima, fortalecen su autoimagen positiva y se protegen contra los efectos psicológicos del racismo.
Según la autora, el desarrollo de la identidad AfroLatine ha tomado diversas formas, como la creación de grupos, espacios y prácticas. Por ejemplo, puertorriqueñes en la diáspora formaron los Young Lords—inspirados en los Black Panthers—con un enfoque en la descolonización, la autodeterminación y la justicia social, promoviendo prácticas antirracistas y antipatriarcales.
Les AfroLatines también participan en el artivismo, o el arte al servicio de la justicia social. Esto se ha manifestado en la composición musical (por ejemplo, bomba, plena, habanera, salsa, samba, reguetón, hip hop, jazz y otros géneros musicales), la poesía e incluso la creación de cómics con superhéroes AfroLatines. El arte puede contribuir significativamente a la vida psicológica, ya que contar con imágenes positivas de sí misme proporciona validación, apoyo para identidades revolucionarias y mejora la autoestima.
Sin embargo, para Comas-Díaz, esto no es suficiente. Ella escribe:
“Necesitamos más que modelos a seguir positivos para abordar la opresión y el trauma racial. Para desmantelar la colonialidad y sanar el trauma racial, necesitamos enfoques de sanación decoloniales, antirracistas y liberadores en la investigación y la práctica. Además, estos enfoques deben estar arraigados en un contexto más amplio que centre las identidades revolucionarias de les AfroLatines mientras erradica el ethos del antinegrismo que permea nuestra investigación y práctica.”
En cuanto a la investigación, la AfroLatinidad puede abordarse incluyendo “Latine” o “Hispane” en el análisis de los orígenes de las personas, estudiando la experiencia de diversos subgrupos para comprender cómo la interseccionalidad influye en diferentes grupos latines. Al incluir identidades raciales y étnicas, les psicólogues pueden comprender mejor cómo la raza y el racismo afectan el desarrollo de la identidad.
En términos de la práctica psicológica, Comas-Díaz propone un enfoque holístico que atienda la “herida del alma” de les AfroLatines y el trauma racial. El primer paso de este enfoque es la descolonización, que comienza con el reconocimiento del trauma colonial.
Comas-Díaz propone varios pasos para reconocer y sanar este trauma. Primero, el duelo, identificando “las heridas que hemos soportado”. Luego, disculparse por el daño causado. En tercer lugar, escuchar y reconocer la sabiduría y el conocimiento de quienes han sido explotades por el sistema colonial. Cuarto, relacionarse a través de la humildad cultural. Quinto, la representación mediante la toma de espacios de participación. Sexto, la inversión en la inclusión de personas marginadas en la toma de decisiones. Séptimo, la reparación mediante el uso de la psicología para sanar a quienes han sufrido y prevenir futuros daños. Finalmente, la solidaridad y el trabajo por la equidad racial.
Un enfoque clínico que aborde el trauma racial entre les AfroLatines debe centrarse en la descolonización psicológica junto con la reformulación de la identidad etnoracial, la promoción de la transformación personal y el fomento de la conciencia sociopolítica. Esto incluye la evaluación de los problemas presentados por la persona, la estabilización emocional, la desensibilización, la reestructuración de experiencias negativas y, finalmente, la participación en la acción por la justicia social. Les terapeutas también deben destacar y fomentar las fortalezas y virtudes de la persona a través de la expresión creativa y reconectarla con sus fuentes de empoderamiento.
Por último, la reconexión con creencias espirituales indígenas (por ejemplo, Santería, Candomblé, Umbanda, Espiritismo y Santerismo) ayuda a les AfroLatines a afrontar el racismo. La espiritualidad puede moderar el estrés racial y los síntomas asociados con la “enfermedad mental”, promoviendo el crecimiento postraumático, la conciencia crítica, el desarrollo de identidad y la participación en la acción sociopolítica.
El trabajo de Comas-Díaz es crucial, ya que los problemas AfroLatines han sido descuidados en la psicología y la cultura latine. La psicología debe abordar las intersecciones entre Latinidad, raza, género, estatus socioeconómico e historia colonial para comprender cómo la mentalidad colonial, el PCSD y otras formas de sufrimiento afectan a les AfroLatines. Además, la práctica psicológica debe comprometerse con una praxis decolonial que promueva la conciencia crítica, la reconceptualización de la identidad, la transformación personal y la acción sociopolítica.
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Comas-Díaz, L. (2021). Afro-Latinxs: Decolonization, healing, and liberation. Journal of Latinx Psychology, 9(1), 65–75. https://doi.org/10.1037/lat0000164 (Link)