Aproximadamente dos tercios de les revisores de pares en psiquiatría y neurología han recibido pagos de la industria farmacéutica o de dispositivos médicos.
Originalmente publicado en inglés en Mad in America.
Cobertura por Peter Simons.
Un nuevo estudio reveló que las revistas médicas más destacadas emplean principalmente revisores de pares que han recibido más de mil millones de dólares de la industria farmacéutica y de dispositivos médicos en solo tres años.
Les investigadores analizaron la lista de revisores de pares de 2022 de las cuatro principales revistas médicas: The BMJ, JAMA, The Lancet y The New England Journal of Medicine (NEJM). Más de la mitad (58.9%) de les revisores habían recibido pagos de la industria, incluyendo un 54% que recibió pagos generales y un 31.8% que obtuvo financiamiento para investigaciones.
En total, la industria gastó 1.06 mil millones de dólares en estos revisores entre 2020 y 2022. La mayor parte correspondió a financiamiento para investigaciones (1 mil millones de dólares), además de 64.18 millones de dólares en pagos generales.
“Aunque los conflictos de interés entre los editores de revistas y los autores han sido investigados, la naturaleza tradicionalmente opaca de la revisión por pares ha dificultado su evaluación entre los revisores, a pesar de su papel crucial en la publicación académica. Aunque la mayoría de las revistas han establecido políticas de conflicto de interés para los autores, pocas extienden estas políticas a los revisores de pares”, señalan les autores.
La investigación fue liderada por David-Dan Nguyen, urólogo de la Universidad de Toronto, y Anju Muramaya, del Departamento de Ciencias y Políticas de Salud Poblacional de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai (también afiliado a la Universidad de Tohoku). El artículo fue publicado en JAMA.
Existe amplia evidencia de que el financiamiento por parte de la industria conduce a resultados sesgados. Los investigadores han encontrado consistentemente que recibir dinero de la industria genera sesgos en la literatura científica y en el desarrollo de guías clínicas. Esto ocurre en todas las especialidades médicas, con una marcada tendencia de los investigadores financiados por la industria a llegar a conclusiones favorables hacia esta. Este fenómeno puede deberse a sesgos implícitos, los cuales operan fuera de nuestro control consciente y no necesariamente implican un engaño deliberado.
Uno de los mecanismos que generan resultados sesgados asociados con el financiamiento industrial es el sesgo de publicación, donde los estudios que presentan los fármacos de manera favorable terminan siendo publicados en revistas prestigiosas, mientras que aquellos que muestran resultados negativos simplemente no se publican.
Por ejemplo, un estudio de 2018 sobre antidepresivos encontró que el 98% de los estudios positivos fueron publicados, pero solo el 48% de los resultados negativos vieron la luz. Incluso entre estos últimos, solo 4 de 52 estudios negativos reportaron con precisión que el fármaco había fracasado.
De manera similar, un artículo seminal de 2008 publicado en The New England Journal of Medicine mostró que, en la literatura publicada sobre antidepresivos, el 94% de los ensayos parecían positivos. Sin embargo, al incluir todos los ensayos registrados en la FDA, solo el 51% de los ensayos con antidepresivos mostraron que el medicamento superaba al placebo.
Además, se ha descubierto que las revistas psiquiátricas están sesgadas hacia la publicación de autores financiados o empleados por la industria, incluso cuando el diseño de sus ensayos es de menor calidad en comparación con investigadores independientes.
Los revisores de pares son fundamentales en el proceso de publicación, y una revisión negativa puede impedir que un artículo sea publicado. Por lo tanto, sus vínculos con la industria pueden ejercer una influencia desproporcionada en las decisiones de publicación, exacerbando aún más el sesgo en la literatura científica.
Más de la mitad de los revisores de pares de las principales revistas médicas tienen vínculos financieros con la industria.
Un estudio reciente realizado por Nguyen et al. analizó a todos los revisores de pares incluidos en las listas de 2022 de las principales revistas médicas: The BMJ, JAMA, The Lancet y The New England Journal of Medicine (NEJM), para quienes había información de divulgación financiera disponible. El estudio se limitó a médicos con licencia en los EE. UU., ya que los revisores fuera de los EE. UU. y los que no son médicos a menudo no tienen declaraciones financieras accesibles. En total, se incluyeron 1,962 revisores de pares.
El análisis reveló que el 58.9% de los revisores de pares en estas cuatro revistas habían recibido pagos de la industria farmacéutica o de dispositivos médicos. Entre 2020 y 2022, la industria entregó más de mil millones de dólares a estos revisores. Aunque la mayor parte de este dinero correspondió a fondos para investigación ($1,000 millones), $64.18 millones fueron clasificados como pagos generales.
La mayor parte de los fondos de investigación fueron otorgados a las instituciones académicas de los revisores, y Nguyen et al. sugieren que este tipo de financiamiento puede no sesgar tanto los resultados como los pagos generales. Sin embargo, la capacidad de obtener subvenciones millonarias de la industria es fundamental para la seguridad laboral de los académicos, lo que ciertamente puede aumentar la presión para producir resultados favorables a la industria, un fenómeno que puede estar impulsado por sesgos implícitos.
En cuanto a los pagos generales, alrededor de $34 millones se destinaron a honorarios por consultoría, $12 millones a tarifas por conferencias, $2.5 millones a gastos de viaje y alojamiento, y $1.5 millones a comidas y bebidas.
En la especialidad de psiquiatría/neurología, aproximadamente dos tercios (64.7%) de los revisores de pares recibieron pagos de la industria. El 57.1% recibió pagos generales, mientras que el 43.6% recibió financiamiento para investigación. En promedio, cada revisor en esta especialidad recibió $10,539 en pagos generales y $96,567 en financiamiento para investigación.
Nguyen et al. no profundizan en soluciones concretas para abordar este problema, más allá de abogar por estudios adicionales y mayor transparencia.
“Se necesita más investigación y transparencia sobre los pagos de la industria en el proceso de revisión por pares”, concluyen.
Sin embargo, investigaciones previas han demostrado que los requisitos de transparencia no reducen el sesgo; de hecho, pueden normalizar el financiamiento de la industria y aumentar los resultados sesgados. Esto subraya la necesidad de repensar cómo mitigar la influencia de los conflictos de interés en la investigación médica.
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Nguyen, D. D., Muramaya, A., Nguyen, A. L., Cheng, A., Murad, L., Satkunasivam, R., & Wallis, C. J. D. (2024). Payments by drug and medical device manufacturers to US peer reviewers of major medical journals. JAMA. [Enlace]
Laura López-Aybar es una sobreviviente de violencia psiquiátrica, intrafamiliar y de género. Posee un doctorado en psicología clínica de Adelphi University en Nueva York y hace investigación multi métodos en determinantes sociales de la salud emocional, primordialmente estigma, discriminación, violencia de género y cambio climático. Aboga abiertamente por experiencia personal y empírica por la abolición y reforma de los sistemas carcelarios, incluyendo el sistema de salud mental desde la práctica de la psicología crítica. Pueden encontrar más de su trabajo en su página de Instagram @aybarpsicologiacritica.